defensa

Como ya explicamos en un artículo anterior, es posible la condena aunque la única prueba de cargo sea la declaración de la víctima. Ello no quiere decir que automáticamente cualquier denuncia deba transformarse en una condena, ahora bien, si no llevamos a cabo a una buena defensa es muy probable que acabe así, y aun más en los casos de Violencia de Género. Actualmente se sitúa en el 75% las denuncias que acaban en condena.

PRUEBAS DE LA ACUSACIÓN

Por la acusación se aportó además de su testimonio y denuncia, un parte médico que fue validado por el médico del Juzgado, además de la minuta policial de los agentes que acudieron tras su llamada a emergencias.

PRUEBAS DE LA DEFENSA

Nosotros, como defensa, aportamos un video grabado por el cliente cuando la denunciante llamaba a la policía, pedimos como testigo al conserje del edificio donde se originó la discusión, y también pedimos la citación a juicio del médico forense que había firmado el informe.

JUICIO ORAL

En el mismo acto del juicio, la acusación, de forma sorpresiva, aportó un anterior parte médico que según ellos confirmaría que no era la primera agresión. No obstante, pudimos aportar resolución judicial del expediente que se originó tras aquel informe y que fue directamente archivado por el Juez.

Por su parte, el Juzgado erróneamente, pese a que había sido admitido, no citó al conserje de la finca, lo que llevó al Juez a prescindir de él y continuar con el Juicio.

Tras un intenso interrogatorio a las partes, fue el turno de los agentes de Mossos d’Esquadra que acudieron tras la llamada. Ellos no presenciaron ninguna agresión, pero tras nuestras preguntas quedó claro que la denunciante no se aquejaba en ningún momento de un fuerte dolor en el hombro, ni vieron lesión alguna, y que de hecho solamente quería obtener una autorización de salida de España de la hija en común.

También interrogamos al médico forense por cuanto constaba en informe la existencia de este fuerte dolor. El dolor no es un elemento constatable por parte de un médico a diferencia de otras lesiones visibles, como enrojecimientos, hematomas o incluso inflamación. Solamente era la palabra de la denunciante, sin que existiera ningún elemento objetivable por el médico.

El hecho de existir un móvil espurio (presionar a su expareja para obtener la autorización de salida) así como la ausencia de elementos objetivos que pudieran corroborar los hechos llevó al dictado de una sentencia favorable a los intereses del cliente, pese a que la acusación particular y el Ministerio Fiscal mantuvieron la solicitud de condena.

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